Recuerdo los días grises. Hoy, soy como el gris del sol escondido. El viento corre frío en la mañana, entre las flores de la primavera. Me tira para atrás en subida y pedaleo más fuerte. Las piernas tensas, encendidas. No hay sobresaltos. Las calles a medida que me acerco al centro se achican. Es gris también mi mirada. Se desvanece el recuerdo en tramas hipoteticas. En futuros que nunca fueron. El viento vuelve a soplar esta vez más frío. Siento en la calle mi mantra, perdido entre sirenas de ambulancia.
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