15/3/10

Es el espanto estúpido


En tiempos de oficialismo y oposición, quienes no comulgamos con ninguno de los dos falsos bloques -digo falsos por su mentirosa pretensión de mostrarse cual bloque monolítico homogéneo- intentamos pensar la acción política desde un espacio independiente. ¿Es posible, hoy tal cual estamos, pensar la viabilidad de una salida que no fuera por derecha de esta "crisis"? Sinceramente creo que no. A lo mejor, y con suerte y buen trabajo, podremos salir de esta "crispación" por el mal menor que el Kirchnerismo representa frente a la "Oposición".
Quienes intentamos hacer política y acumular fuerzas desde esa posición independiente no tenemos todavía la maduración y la base para avanzar en la disputa. Honestidad brutal le dicen. Sin embargo no hay otra forma que no sea el respeto, y no hay otro método que no sea el trabajo de hormiga para acumular fuerzas y avanzar. Este reconocimiento no significa que uno caiga en la impotencia, resignación y dé el paso al costado (O al centro); menos todavía en el derrotismo.
"Pesimismo de la razón, optimismo de la voluntad", diría Gramsci. Y no le erraría en lo más mínimo el tano; nos guía esta voluntad de que el Mundo puede y debe cambiar, de que jamás podrán con la esperanza y la dignidad que buscamos.
La salida independiente, la propuesta renovadora, no podrá llegar de los "mismos de siempre". Eso nos demuestran todos los días la "oposición"; como correctamente señalan ls militantes oficialistas, proponen lisa y descaramente el ajuste. Por su parte, el oficialismo propone algo igual, aunque un poquito menos jodido, la liquidación de una parte de los intereses que odiosa e injustamente se "adeudan" a los organismos internacional de usura.
En principio, a modo de consideración personal creo que la posición independiente -por llamarla de alguna forma- pasaría por pensar que ese dinero, de reservas, podría emplearse para liquidar gran gran parte de esa "deuda interna" que el Estado mantiene. Es decir, a las claras, la famosa consigna del "No pago a la Deuda". La posición del sector de Solanas en este sentido me resulta bastante tibia: no creo que los mismos tipos que, en su momento pagaron y reconocieron a los pulpos internacionales, puedan "objetiva" y placenteramente estudiar la parte legítima y la ilegítima de la deuda. Es cierto también que, a pesar de la contradicción que significa para mi voluntad este aspecto, realizar tal jugada significaría un corrimiento a la izquierda que el Gobierno no está para nada dispuesto a dar: no se puede pretender peras del olmo.
Bueno, retomando lo que decía al principio, es el "espanto estúpido" lo que hoy nos pone, en ocasiones, en posiciones que parecerían ser "oficialistas". El espanto frente a lo que representó y representa la posición que mantienen las diferentes vertientes de la fracción "opositora". El espanto de una salida por derecha y de un ajuste. Pero, al mismo tiempo, el espanto a que se acelere la tendencia de consagrarse ante los pulpos internacionales, desoyendo la situación interna del país.

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