14/7/08

Te miró raro ese

No sé si tendrá que ver con San Pedro, pero la verdad, y pensándolo bien, creo que fue allí donde comenzó y se cultivó, durante tantos años, éste gusto de observar.
Suelo observar o contemplar mientras voy por la calle, en el colectivo, subte o tren.
Me fascinan las fachadas de las casas, y lo que tenga que ver con la iconografía del espacio público.
A la vez, tengo como punto álgido de la observación a la gente, a los rostros y a los gestos.
Pasa que cuando voy caminando, como hoy, yo miro a los ojos, y el observado reacciona de manera curiosa; han sucedido devoluciones agresivas, interesantes o dignas de la más burguesa indiferencia.
No discrimino a nadie.
Generalmente creen que los conocés, seguramente pensarán;
"¿De dónde me conoce éste?".
Y yo qué sé...

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